miércoles, 17 de abril de 2013

Amor Eterno


Capítulo 24:

Le di una bofetada y me cayeron lágrimas. ¿Pero qué era todo eso?
-Nani, Nani, tranquilízate-suspiró sujetándome.
-¿Qué me tranquilice? ¿Pero cuánto tiempo más tenías pensado tenerme así? ¿Sufriendo por ti? Eres un desgraciado, no quiero volver a verte-suspiré llorando.
-Lo siento, era lo mejor, te olvidarías de mí y podrías hacer tu vida sin que fuese un estorbo-suspiró.
-¿Un estorbo? Alejo joder tú has sido lo mejor que me ha pasado en la vida-suspiré y me sequé las lágrimas-¿Y Jorge qué? ¡He estado a punto de denunciarlo! ¿Y la marca del cuello?-.
-Y tú lo mejor que me ha pasado a mí, por eso no podía estar sin ti, no he dejado de pensar en ti y mirarte, he pasado por tu casa muchas veces y te he contemplado, me mataba saber que estabas mal por mí y muchas veces quise decirte la verdad, pero no me atreví-suspiró-Jorge sólo me ha ayudado, creíamos que si te decía que él había sido y con todo el lío del suicidio u homicidio, tú investigarías y te dirían la verdad. ¿La marca? Una abeja-rio.
-¿Y la gracia? No me hace ni puta gracia, Alejo, joder. Que lo he pasado muy mal-volví a llorar-No me vuelvas a hacer esto, por favor-le abracé con fuerza-no quiero perderte nunca.
-Lo siento-suspiró-ni yo quiero perderte a ti, no quiero estar ni un segundo sin ti, te necesito-sonrio-por cierto, me encanta la ropa que llevas puesta.
-Ah…-me aparté-sí y a mí, me recuerda a ti-sonreí y me sequé las lágrimas-¿Y ese rubio pollo que tienes en el pelo? Ya te lo estás quitando-reí.
-Lo sé-sonrió-Ya, sí, me lo quitaré, tranquila.
-Pero…hay algo que no entiendo, ¿a qué lloraban tus padres? ¿Y tus amigos? ¿A qué llorábamos todos? No creo que estuvieran todos en el ajo-suspiré.

-Es cierto, nadie más lo sabía, sólo Jorge y el falso forense al que contratamos para que dijese que aquel era mi cuerpo-suspiró-os lo he hecho pasar muy mal…-.
-¿Entonces? ¿El fantasma que creí ver, eras tú?-pregunté confusa.
-Sí, era yo de verdad-sonrió.
-¡Pero estabas helado!-grité.
-Sí, estuve en una piscina de hielo-explicó.
-¿Tú ves muchas películas no? Es imposible que se te ocurran todas esas cosas, lo habéis montado muy bien-suspiré.
-Sí, bastantes-rió-lo sé, tendríamos que haberlo grabado, sería una buena película.
-Deja de decir gilipolleces-le pegué-eres totalmente subnormal.
-Gracias, yo también te quiero, guapa-sonrió abrazándome-¡Qué gorda estás ya!
-¿Y ahora qué?-pregunté abrazada a él-gracias, tu hijo que es muy majo.
-¿Ahora que de qué?-suspiró-cierto, ¿cuánto queda ya?
-De todo, ¿qué hacemos?-suspiré-pues unos 4 meses.
-No lo sé, yo te quiero y no quiero perderte-me miró-que ganas de verle ya-sonrió. 
-Y yo a ti-me acerqué y le besé-es raro besar a un desconocido-reí-Pues sí, muchas ganas-sonreí feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario