Capítulo 25:
-¿Y qué pasa con Iván?-preguntó él.
-Iván…no lo sé Alejo…no lo sé-suspiré-¿Y Jorge? ¿Todo fue un
paripé?
-Joder…-suspiró-¿Lo de que te quería? No, en parte era
cierto.
-Ya tío, está delante del hospital, creo que deberíamos
hablar con él-le miré-Hostia.
-No, tú debes hablar con él, yo no tengo nada que ver con
él-me miró-Ya…pero bueno, lo hizo bien.
-Está bien, pero acompáñame, no quiero dejarte y que vuelvas
a desaparecer- miré el suelo- es cierto, me lo creí y todo.
-Esta vez no lo haré, confía en mí-me miró y sonrió-lo sé,
pero tranquila, ya está todo aclarado.
-Está bien, te creo-sonreí y le besé de nuevo.
Hacía tiempo que no le sentía tan cerca. Estaba deseando
volver a estar con él, y con nadie más. Sólo le quería a él y me daba igual
todo lo demás. Estaba segura de eso. No podía vivir sin él. Lo había pasado muy
mal todo estos meses y le necesitaba más que nunca y, ahora que le había
encontrado de nuevo, no iba a volver a perderle.
Volví al hospital y me subí al coche con Iván. Él iba a
arrancar y le detuve.
-Tenemos que hablar-suspiré.
-No suena nada bien eso-me miró.
-Normal…no es bueno lo que debo decirte…-suspiré-bueno, para
mí sí, pero igual para ti, no.
-¿Qué pasa, Nani?-preguntó preocupado.
-He…he descubierto algo que lo cambia todo-cogí aire y me
dispuse a contárselo todo, pero tuve miedo, ¿y si no me creía? Suspiré y
seguí-He ido a ver al forense y me ha explicado que…que…bueno, el cadáver que
vi como que era de Alejo, resultó que no era. Alejo nunca murió, de hecho, me
han indicado el lugar en donde estaba en este mismo momento, por eso he salido
corriendo en su búsqueda y, en efecto, le he encontrado. ¡Alejo está vivo!
Y…-sonreí y al ver su gesto paré de hablar.
-¿Alejo está vivo? Nani, por favor, todos hemos ido a su
entierro-me miró y me cogió la mano-Alejo se suicidó, es duro, pero hay que
aceptarlo, y ya han pasado varios meses, deberías haberlo aceptado hace mucho y
no venir ahora con esas-suspiró.
-¿Qué? No, Iván, te estoy diciendo la verdad, le he visto, he
hablado con él… ¡hasta le he besado!-suspiré-Me ha explicado todo, cómo lo
planearon su muerte, etc. ¡Es real!-expliqué.
-¿Pero tú te oyes? Antes comentabas todo lo de Jorge, que él
le había matado haciendo no sé qué y te creí, pero ahora, escuchándote, estoy
empezando a creer que también te lo estés inventando-suspiró y me cogió la mano
con fuerza-Nani, no es normal que te pase esto ahora, debe ser depresión
post-mortem o algo así, porque no es normal, para nada, y me preocupas,
cariño-suspiró.
-¡No me llames cariño, joder!-solté su mano-sé perfectamente
lo que digo, y si no me crees, vamos hasta donde está él, que yo le he visto y
ya me cuentas-dije dándole a la llave para arrancar el coche.
Me llevó hasta la dirección en la que minutos antes había
estado hablando con Alejo. Bajamos del coche y le busqué con la mirada. Ni
rastro. De pronto vi a un chico rubio y me acerqué a él.
-¿Lo ves, Iván? ¡Él es Alejo!-grité girando al chico para que
él le viese.
-Creo que te equivocas-dijo Iván señalándole.
Me quedé mirando al chico, en efecto, no era Alejo.
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