Capítulo 31:
Llegamos a junto de Inés y él se puso detrás de mí
abrazándome. Todos los presentes estábamos inquietos por recibir noticias de
los familiares o amigos que en ese vuelo viajaban.
-¿Sabes algo nuevo?-le pregunté.
-No, nada todavía, estos cabrones nos quieren dejar en vilo
todavía-suspiró.
-Pues menuda mierda, yo no me pienso quedar de brazos
cruzados-saltó Alejo de pronto.
-Alejo, si yo no he podido, tú tampoco podrás hacer nada-dijo
Inés que se giró inmediatamente al darse cuenta de quién era-pero…-se desmayó.
-No deberías ser tan guapo y volver locas a las tías, que ya
ves lo que pasa-reí agachándome.
-Uy no, calla, me encanta ver sus reacciones-rio
ayudándome-tú no puedes, Nani, en tu estado, no- dijo-ya la cojo yo.
-Alejo, estoy bien, ¿vale? Sólo es un embarazo, no estoy
tullida ni nada por el estilo-suspiré.
Estaba cansada de que todos me tratasen como si no pudiese
hacer las cosas por mí misma. Era horrible eso de sentirse inservible para
todo. Quería que todo siguiese normal, que el bombo que tenía no significase un
problema ni nada. Alejo la apoyó en un asiento y comenzó a darle aire.
-¿Lo ves? Justamente por esto no quería aparecer…-suspiró-no
quiero estas reacciones, o peores que habrá, no quiero, Nani-explicó.
-Pero en algún momento tienes que destapar todo-dije
acariciando su pelo-no puedes permanecer oculto toda la vida-expliqué.
-Ya lo sé, mi vida, pero no puedo hacer otra cosa, de
momento, será mejor que todo permanezca como está-dijo besando mi mano.
-No quiero más escondites, no quiero que me vuelvan a llamar
loca, Ale-le miré a los ojos sentándome en sus piernas-no quiero, es muy
difícil ocultar todo esto, se supone que te has muerto, que todavía estoy hecha
una mierda por dentro, rota, sin poder dejar de pensar en otra cosa que no sea
que no volveré a ver tu rostro nunca más, ni a besar tus labios…-dije acariciándolos-y
de repente, de un día para otro, soy la persona más feliz del mundo, no dejo de
sonreír como una gilipollas quinceañera enamorada, que sólo piensa en su chico
y en salir del instituto para verle y besarle, que sólo piensa en el futuro que
les espera juntos y en que todo será para siempre-reí-no tiene explicación,
nadie lo comprendería, es imposible superar la muerte de la persona más
importante de tu vida y estar como si nada, feliz de la vida, no, ahí sí
estaría loca, y más sabiendo, como saben todos, lo que yo te amo, sería
totalmente ilógico, y con eso debemos hacer algo-expliqué-tienes que destapar
todo, por favor-pedí.
-Joder, Nani, pensé que no te callarías nunca-rio jugando con
mi pelo.
-Esperaba que lo hicieras tú…-murmuré y al momento me besó
acercándome a él.
-Lo haré, saldré, por ti, como he hecho hoy-sonrio sin dejar
de besarme-no quiero esconderme más, quiero estar contigo, y disfrutar de ti,
de lo nuestro y…de nuestro hijo-dijo y me separé de él unos cm.
-Me esperaba muchas cosas de ti, pero nunca que…dijeses
eso-sonreí emocionada.
-¿El qué? ¿Qué quiero disfrutar de ti y de nuestro
hijo?-sonrió-pues claro, boba, ahora sois los dos lo más importante de mi vida
y no pienso perderos por nada, lucharé por los dos, y por estar los tres
siempre juntos, y no como los quinceañeros de los que tú hablabas, si no de
verdad, sin obstáculos ni muertes, ni nada-explicó y se acercó a mí-te quiero,
Nani, te quiero como jamás he querido a nadie, y siento si nunca te lo he
dicho, pero necesitaba hacerlo-dijo mirándome a los ojos.
-Eres increíble, de verdad, cada día me sorprendes más, eres…-sonreí
y le mordí el labio-yo te quiero más, mucho más, lo eres todo para mí,
enano-reí.