domingo, 16 de septiembre de 2012

Amor Eterno

Capítulo 14:

Todos nos dirigimos al cementerio. Me sentía frustrada. No estaba segura de seguir viviendo aquella mentira. Nunca amaría a Iván como amé, amo y amaré a Alejo. Él lo sabía pero aún así quería intentarlo.
Las lágrimas no paraban de descender por mis mejillas e Inés se agarraba a mí fuertemente.
-Tranquila. Vamos a estar ahí-pronunció.

Intenté sonreír. Aquella falsa sonrisa demostró que no me importaba absolutamente nada más en ese momento. Todo lo que quería, por lo que vivía día a día, mi oxígeno cada mañana, ¡Todo!...se fuera. Jorge no fuera a la misa pero sí se acercó al cementerio minutos antes de que todo terminase.
-Tenemos que hablar-dijo acompañado de un hombre mayor, uniformado.
Finalizó Todo. No le volvería a ver nunca más. Quería que su recuerdo permaneciese en mi mente. No quería olvidarle, le necesitaba.
El cementerio quedó vacío a los pocos minutos. Pedía a Inés que se fuera puesto que Jorge me acompañaría a casa después.
-Natalia, este es Víctor, el abogado de Alejo- nos presentó.
-Mis más sincero pésame-dijo-Mañana si le parece bien a usted pasaremos a la lectura del testamento- propuso.
-Pero, ¿y su familia?-pregunté confusa
-Verá, hay dos testamentos y el suyo es el más importante según él explicó. ¿Mañana le parece bien?-propuso de nuevo.
Moví la cabeza en señal de afirmación. Total, no tendría nada que hacer en mucho tiempo.
Antes de irse, el abogado me dio una carta diciendo que era de Alejo.
Olisqueé aquel sobre como una desquiciada. Buscaba su olor…y lo encontré. Sabía que me encantaba su perfume, que las mañanas que nos despertábamos juntos, era lo primero que me gustaba oler.
Víctor nos llevó en coche hasta mi casa. Inés ya estaba preocupada por la tardanza así que le tuve que explicar lo sucedido.
Jorge se ofreció a quedarse esa noche en casa pero yo negué con la cabeza.
-Tendrás más asuntos y no quiero molestarte. Además…prefiero estar sola-expliqué
-No importa, me quedaré en el sofá. No te dejaré sola-miró a Inés-quiero quedarme y para mí no será una molestia.
-Está bien, si es lo que quieres-.

Fui a mi habitación y me encerré allí. Saqué del bolso el sobre que Víctor me diera. Ponía Nani, así me llamaba la gente. Lo abría y quise llorar, pero no quedaban lágrimas en mi cuerpo.
Allí estaba escrita la carta que prometiera enviarme con la explicación de la carpeta. 

4 comentarios:

  1. :'( que triste...
    Se echaban de menos tus historias!

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    1. Bueno...todo cambiará. Aún no tengo todo pasado al ordenador y no he podido recuperar todos los capítulos pero creo que pasarán...cosas :)
      si? los echabas de menos? que bien!

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  2. pues claro que se echaban de menos!!!! no lo dudes!!
    cambiara mas? mas de lo que ya cambio?? :O que fuerte, a saber como nos sorprendes

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    1. Sí, bueno, ya llevo tiempo sin subir y tal...es que no sé donde tengo la cabeza, ni los capítulos ni nada...
      Sí, a saber como, ni yo lo sé jajaja

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