Adolescencia; Capítulo 17

17: Conversación con Leo

Me disponía a llamarlo cuando decidí pensármelo dos veces. ¿Qué le diría? Me había secuestrado y había herido a Lucas, eso no tenía perdón, pero por otra parte era Leo, con él nunca me podía enfadar, lo amaba demasiado.

Tenía que reconocer que ésta vez se había pasado 5 pueblos y yo quería una explicación para todo aquello. Se suponía que mi padre me llevaría ahora a verlo, o eso me había prometido.

Salí de mi cuarto y bajé las escaleras, escuché a mi madre hablar por teléfono con alguien:

-Sí, de verdad que está bien, no te preocupes. Y tu chiquillo no  tiene la culpa; son cosas de la edad-decía al teléfono.

Supuse que hablaba con María, la madre de Leo ya que si no fuese así la conversación no tendría sentido.

-¿Y él como está?- dije al pisar la última escalera mirando a mi madre.

-Esto…es Mireia, pregunta por Leo-dijo mi madre por el móvil

Se oyó una voz contestar por el mismo y mi madre estrechó el brazo, con el móvil en la mano para que hablase por él.

Acerqué el móvil a mi oreja y pregunté:

-¿Cómo está?-.

-Mireia, soy yo. No te preocupes por mí, no lo merezco. ¿Tú estás bien? ¿Y ese chico?-su voz mostraba cierta tristeza y dolor.

-¡Pues claro que me preocupo! Te quiero, ¿vale? Creo que es motivo suficiente para hacerlo. Nosotros estamos bien y, aunque no justifico lo que has hecho, lo entiendo, yo tal vez hubiese reaccionado peor en tu lugar-estaba histérica pero intenté calmarme para, sobretodo, calmarlo a él.

-Uff, pues la verdad, no estoy muy bien, me siento super mal por lo que hice, tu eres lo mejor que me ha pasado en la vida y temía perderte. Me pasé bastante después de todo, pero supongo que si lo has elegido a él es porque yo soy un estúpido, un inútil y un cabrón. Me he portado fatal y lo siento-se entristeció aún más y yo ya no soportaba esa situación, quería lo mejor para todos pero lamentablemente ese era el momento de decidir y uno de los dos acabaría perdiendo la batalla, que sin enterarse habían empezado.

-Yo no lo he elegido…-bajé la cabeza y una lágrima cayó por mi mejilla-eso…eso no significó nada, para ninguno, fue un error y los dos lo sabemos. Hemos hablado y ya está todo aclarado, no tienes que preocuparte de nada. Sólo estás tú en mi vida, si aún quieres, claro- tenía que haber parado de hablar mucho antes, pues mi madre se ponía nerviosa, sabía que yo estaba mintiendo.

Sé que este capitulo es un poquito más cortito, pero es lo que tenía escrito y ahora mismo no tengo mucho más tiempo para escribir!

Espero, de verdad que os guste y que comenteis ^^ besos